volver al índice del Organizador Obrero Internacional Nº 14 SIRIA: ¡Hay que parar la masacre del régimen proimperialista de Bachar El Assad contra las masas revolucionarias en Siria! ¡Fuera las tropas militares de ocupación que, a cuenta del imperialismo, lanza el régimen sirio contra los explotados! ¡Por el triunfo de la revolución obrera y socialista en el Norte de África y Medio Oriente! En todo el Norte de África y Medio Oriente, revolución y contrarrevolución se ven la cara. En Siria, desde hace meses el gobierno cipayo de Bachar El Assad y su régimen infame vienen descargando sobre las masas insurrectas una brutal ofensiva contrarrevolucionaria. Es un intento por ahogar en un baño de sangre la revolución que, como parte de la cadena de revoluciones que comenzara en Túnez, Egipto, Libia, etc., ha empezado en Siria. Es que la clase obrera y las masas explotadas sirias, empujadas por los golpes revolucionarios de todo el Norte de África y Medio Oriente, iniciaron el 15 de marzo pasado un levantamiento revolucionario por el pan y contra el régimen asesino de Bachar El Assad, sirviente absoluto del imperialismo yanqui. El 25 de abril El Assad profundiza la represión y larga los tanques del ejército a las calles. Las burguesías cipayas y el imperialismo aprendieron de la revolución en Egipto y en Túnez, que amenazaron con romper el ejército y poner en pie la milicia obrera y de los explotados. Aprendió de la revolución en Libia, donde los explotados, en su lucha contra el gobierno asesino de Khadafy, confraternizaron con los soldados, partieron al ejército y pusieron en pie la milicia obrera popular. Es decir, la burguesía quiere impedir que surja un doble poder de las masas insurrectas armadas que enfrente al gobierno, su régimen y su ejército con las milicias obreras y populares. La burguesía y el imperialismo en Libia enfrentan la revolución con la intervención militar de la OTAN, la ONU y el gobierno burgués “democrático” del CNT, es decir, con frente “democrático” para engañar a las masas. Lo mismo hace en Egipto y Túnez, donde se han impuesto gobiernos de tipo frente popular. Y, al mismo tiempo, usa al asesino de Khadafy, al gobierno masacrador de Siria y al de Bahrein para bañar en sangre la heroica revolución de los explotados del Norte de África y Medio Oriente. La revolución siria pone en cuestión la existencia del estado de Siria como uno de los dispositivos fundamentales del imperialismo para controlar el saqueo y la superexplotación de la clase obrera en toda la región. Es que Siria es quien sostiene al gobierno en el Líbano, dirigido por la burguesía de Hezbollah, que es la que impide que las masas palestinas se levanten contra el estado sionista fascista de Israel y unifique su combate con la de las masas palestinas de Jordania, el Líbano y destruyan el oprobioso muro de Rafah junto a los obreros egipcios. El régimen de Siria es quien, en un pacto con los ayatolhas iraníes, apoya y sostiene al gobierno del protectorado yanqui en Irak, cerrando sus fronteras para impedir el armamento generalizado de la resistencia antiimperialista de las masas iraquíes. Por esta razón, la revolución en Siria puede definir en gran medida la suerte de la cadena de revoluciones que se abrieron en toda la región. Por lo mismo, la burguesía imperialista y el régimen lacayo sirio, ha definido concentrar sus fuerzas para aplastar a las masas explotadas de ese país. ¡ABAJO EL GOBIERNO ASESINO DE BACHAR EL ASSAD, CIPAYO DEL IMPERIALISMO YANQUI Y SU RÉGIMEN INFAME! ¡LA REVOLUCIÓN OBRERA Y SOCIALISTA QUE HA COMENZADO EN EL NORTE DE ÁFRICA Y MEDIO ORIENTE DEBE TRIUNFAR!
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